Dentro del mundo del tenis de mesa, los árbitros juegan un rol fundamental. Aunque no figuran como protagonistas, son ellos quienes velan porque los partidos se lleven a cabo con la mayor normalidad y fluidez posible.

Así lo considera Francisco Hernández, árbitro nacional que hoy aspira a ser el segundo profesional chileno en alcanzar el título de Blue Badge, uno de los más importantes del tenis de mesa internacional: “Yo soy un convencido de que los deportistas deben desarrollar su deporte en el mejor escenario y en el mejor ambiente posible. Y eso solo se logra cuando se respetan las reglas por parte de todos los integrantes del deporte, tanto lo que recibe por su entrenador y, por supuesto, en lo que aportan los jueces y árbitros. Es nuestra labor que el partido se desarrolle por los canales apropiados para que los propios deportistas puedan desempeñarse como corresponde y sin distraerse en cosas ajenas a lo que a ellos les preocupa, que es la pelota que tienen delante y el rival al que tienen que vencer”.

Por estos días, Hernández se encuentra alistando los últimos detalles para recibir este destacado reconocimiento, que lo posicionaría junto a Guillermo Coydán como los únicos árbitros de nuestro país en alcanzar esta calificación por parte de la ITTF. En esta entrevista, el profesional conversa con la Fechiteme sobre sus inicios en el tenis de mesa, las etapas que deben pasar los árbitros para especializarse y la importancia del papel que estos juegan en nuestro deporte.

Francisco Hernández en su rol como árbitro de Tenis de Mesa

En primer lugar, sería interesante poder conocer un poco más sobre su historia personal y su lazo con este deporte. ¿Cómo fue que usted se interesó en el tenis de mesa y qué fue lo que lo motivó a iniciar una carrera como árbitro en este deporte?

Empecé en el tenis de mesa cuando ingresé a la universidad. Hay mucha gente que comienza desde chico, ¿no? Yo comencé bastante tarde. En la cronología del tenimesista es bastante tarde empezar a los 19 años. En la universidad encontré un taller recreativo que era extraprogramático. Me gustó. Yo siempre había jugado ping pong hasta ese momento y me llamó la atención.

Ese taller estaba dictado por el profesor Marcos Núñez, que es bastante conocido en el mundo del tenis de mesa. Y con él comencé mis primeros pasos como alumno. Luego formamos la rama de tenis de mesa en la Universidad, en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Fui presidente de la rama. Luego creamos el curso deportivo. Ya no era taller, sino que era un curso dentro de la universidad que daba créditos. Fui el primer ayudante deportivo del profesor Marcos. Y después de que Marco dio un paso al costado, me dedicaba a ser profesor de las clases.

Estuve haciendo clases en la universidad a hasta 2011, casi por diez años, y luego de eso fue que comencé mis escarceos en el arbitraje. En la misma universidad yo ya había tenido experiencia como juez, haciendo eventos, organizando torneos. Y la verdad, en el circuito tenimesístico de la época era bien cotizado. Cuando salí de la universidad empecé con temas del arbitraje, amateur como siempre, por aquí, por allá, donde había eventos, donde uno podía buscar.

Y ya en el 2012 hice mi primer curso legal, por así decirlo, con la federación, apadrinado por el ITTF, al tercer grado de árbitro nacional ITTF, en ese tiempo, y también el de juez, porque se hacían los dos juntos. Primero se hacía uno y después el otro, así que también alcancé el grado de juez nacional ITTF.

Me mantuve junto a la Federación desde ese momento, haciendo de juez y árbitro, de lo que la ocasión ameritara, en los eventos nacionales que se organizaban en todas las temporadas. Y ya en el 2016 fue que rendí la prueba para ser árbitro internacional, que es solo un examen. No es curso ni hay que hacer ninguna capacitación extra, sino que es directamente un examen. En ese tiempo era escrito. Hoy en día debe hacerse online. Y bueno, aprobé el examen y por lo tanto obtuve mi grado de árbitro internacional que se conoce como White Badge o Insignia Blanca.

En el 2019 empecé a arbitrar en partidos internacionales en el extranjero de forma habitual. Y en el 2020, específicamente en Lima, que era el Sudamericano Sub 15, 19, se realizaba una etapa que es posterior a esta White Badge o Insignia Blanca, que se llama Blue Badge o Insignia Azul y que comienza con un curso de reglas avanzadas que se llama AUT por las siglas en inglés, Advanced Umpire Training o Entrenamiento Avanzado de Árbitros. Dura todo un día y luego se hace un examen de bastante mayor dificultad que el que uno hace cuando obtiene el grado de insignia blanca.

Y, de hecho, tiene preguntas que son exclusivamente en inglés y hay que contestarlas en inglés. O sea, tienes que manejar cierto grado avanzado del idioma. Me fue bastante bien en ese examen, que se llama ARE. Y pude empezar de esa forma mi camino por el Blue Badge que, en términos de etiqueta, se llama BBP o Blue Badge in Progress, que es lo que dura todo el camino hasta que uno se gradúa como Blue Badge.

En ese momento era hacer el curso AUT, que lo hice en Lima; aprobar el ARE, que también lo aprobé en Lima, y hay que obtener cuatro evaluaciones positivas de parte del evaluador especializado de la ITTF. Y esas cuatro evaluaciones deben ser por al menos tres valores distintos en dos puntos diferentes. O sea, no puedes tener los cuatro en un solo evento y con los mismos valores, porque tienen que tener al menos tres valores distintos y al menos en dos eventos diferentes.

Máximo puedes tener dos evaluaciones por evento. Yo en Lima obtuve los dos. Y de ahí, bueno, ese evento de Lima fue el último que pude hacer antes de que empezara toda la pandemia. De hecho, yo me volví de Perú el 14 de marzo del 2020, me acuerdo, y el 15 cerraron la frontera en Perú.

¿Cómo irrumpió la pandemia en su proceso?

Yo pretendía ese año completar mis cuatro evaluaciones en Rosario, donde se supone que iba a haber en junio de ese año un evento en Rosario. Obviamente no hubo ningún evento en lo que restó del 2020. Retomé en Cali, en los Juegos Sudamericanos de la Juventud en noviembre del año pasado, pero ahí no hubo evaluaciones.

Ese es el problema con las evaluaciones también, que no se hacen en todos los eventos. Y en nuestro continente escasean bastante. Entonces, cada vez que hay alguna, hay que aprovecharla. Y la tenemos que aprovechar todo el resto de los árbitros que estamos en Latinoamérica.

Es algo que termina por dilatar el proceso…

Así es, porque todos tienen que buscar la forma de cumplir. De no hacerlo en Latinoamérica, habría que hacerlo en Europa y ahí se encarece bastante la situación, porque en la mayoría de los eventos los árbitros nos tenemos que pagar los pasajes hacia el lugar. La Federación nos coloca la estadía, pero el cómo llegamos al país o a la ciudad es por suerte de cada uno, con sus propios recursos. Son bien escasos los eventos donde pagan todo, como los que son del ciclo olímpico, los Juegos Olímpicos, los Panamericanos, los Juegos Panamericanos, pero en el resto uno tiene que pagarse al menos el boleto.

Al final también hay que invertir en la carrera. No es que uno solo tenga que estudiar. Hay que invertir dinero y recursos. Finalmente volvieron las evaluaciones este año en Rosario, nuevamente en el Torneo Panamericano Sub 19, que se realizó la semana pasada. Ahí fui a buscar mis últimos dos MIC para completar las cuatro evaluaciones positivas y, por suerte, lo conseguí en Rosario. Eran dos eventos distintos.

Tuve tres evaluadores diferentes, así que cumplía con toda la normativa que regía los Blue Badge. Ahora solamente falta el último paso, que es la entrevista en inglés. Se supone que un miembro de la URC, que es el Comité de Arbitraje de la ITTF, debe contactarte de alguna forma, que, como es mi primera vez, no sé muy bien cómo va a ser. Y me tiene que llamar. Se supone que conversaremos en inglés para chequear que yo tenga un buen manejo del inglés acorde a lo que los estándares que ellos tienen. Y de esa forma, entonces, finaliza el camino para ser finalmente titulado como un Blue Badge.

Francisco Hernández en su rol como árbitro de Tenis de Mesa

¿Cómo se fue preparando para estas últimas etapas y también en qué consiste la preparación puertas adentro de un árbitro, de un juez, que aspira a la profesionalidad?

El conocimiento que nosotros tenemos se basa en dos documentos fundamentales, que son el Reglamento Técnico de Juego y el Manual de Oficiales de Partido. Esos dos documentos se van actualizando año a año de acuerdo a la asamblea que se realizan anualmente por parte de la ITTF y se publican, por supuesto, en la página de la ITTF, tanto en inglés como en otros idiomas, en ellos el español. Pero cuando uno ya va adquiriendo más nivel, tiende a estudiar más en inglés que en el idioma natal, porque la mayoría de los cursos internacionales se dictan exclusivamente en inglés.

Como te comentaba, con el que se empieza el proceso del Blue Badge es sólo en inglés. Entonces, hay que manejar el idioma de alguna manera. Uno tiene que arreglárselas. Si no conoce mucho, tendrá que estudiar inglés para poder aprender de esa forma y vivir el deporte en forma internacional.

Yo formo parte de un grupo de capacitadores en Chile y ya llevamos prácticamente cinco o seis años dictando cursos para la federación. Y tal como dice un dicho por ahí, enseñar es aprender dos veces. Y es bastante cierto. Cuando se prepara el material para los alumnos uno empieza a masticar un poco más el reglamento en profundidad, empieza a verlo desde otra perspectiva. También se imbuye de todo el conocimiento en forma más práctica y, por supuesto, teórica.

A mí, personalmente, también me ha ayudado a crecer en el conocimiento el hecho de ser capacitador. Y trabajamos también para la Unión Latinoamericana en su momento, la ULTM, a parte de la FECHITEME. Hemos hecho capacitaciones de árbitros y jueces, seminarios para la asociación, incluso tuvimos uno que fue visto a través de toda Sudamérica por la Confederación Sudamericana de Tenis de Mesa, la Consuteme. Hemos hecho varias cosas en ese sentido que esperamos que hayan servido tanto para jugadores como entrenadores, árbitros, candidatos a árbitros, y que también me ha servido para mi preparación.

¿Qué debe hacer un árbitro para comenzar a subir de nivel?

Básicamente, uno empezar a estudiar, no sólo leer, sino que estudiar el reglamento y el Manual de Oficiales de Partidos. Y, además, por supuesto, arbitrar, pues la práctica debe ir unida con el conocimiento teórico, porque hay una parte teórica que está cubierta por el AUT y por el ARE, pero también hay una práctica en las evaluaciones. O sea, son las dos las que tienen que ir mancomunadas para poder desarrollarte como árbitro a nivel internacional.

Francisco Hernández en su rol como árbitro de Tenis de Mesa

¿Cuáles considera que son los elementos más importantes de su labor en este deporte, del rol que juegan los árbitros y jueces a la hora de enfrentarse a partidos tanto locales como internacionales?

Siempre nos han dicho que los árbitros no debemos ser protagonistas. Es una de las directrices que nosotros debemos seguir. O sea, nosotros no estamos para ser el actor principal en esta escena del tenis de mesa, sino que estamos para fiscalizar que las reglas y el reglamento se cumplan. Y dentro de eso hay que ser constante y en lo que uno practica y en los criterios que uno utiliza.

Eso debe mantenerlo a lo largo de su carrera, de igual forma si es que está arbitrando en un torneo de empresa como si estuviera trabajando en el selectivo para los Juegos Olímpicos. Debe aplicar los mismos criterios. Algo que le inculcamos a los árbitros, casi de manera majadera, es el hecho de mantenerse siempre dentro de los marcos regulatorios en nuestro deporte.

La seguridad del árbitro también es muy importante porque eso se traspasa a los jugadores. O sea, un árbitro inseguro que de repente no habla de manera clara o que no se le entiende, o que habla muy despacio, o que no hace las señales que corresponde, con la fuerza necesaria, puede darle inseguridad a los mismos jugadores que no van a hacerle caso o incluso tomar las riendas del partido, lo que no debe ser. Es fundamental la seguridad y el criterio dentro de nuestra labor como árbitros.

Esto de mantener siempre altos los estándares, de no hacer diferencias de si es un campeonato más pequeño o uno más grande, ¿Eso igualmente ayuda a la formación de los deportistas, no?

Exactamente. Yo soy un convencido de que los deportistas deben desarrollar su deporte en el mejor escenario y en el mejor ambiente posible. Y eso solo se logra cuando se respetan las reglas por parte de todos los integrantes del deporte, tanto lo que recibe por su entrenador y, por supuesto, en lo que aportan los jueces y árbitros. Es nuestra labor que el partido se desarrolle por los canales apropiados para que los propios deportistas puedan desempeñarse como corresponde y sin distraerse en cosas ajenas a lo que a ellos les preocupa, que es la pelota que tienen delante y el rival al que tienen que vencer.

Usted, muy pronto, se convertirá en el segundo árbitro de nacionalidad chilena en alcanzar esta categoría de Blue Badge. ¿Cómo evalúa la importancia de su logro para el tenis de mesa en nuestro país? ¿cuáles son sus aspiraciones profesionales de ahora en adelante con este nuevo título que se viene?

Bueno, esperemos, crucemos los dedos que sea así después de la entrevista en inglés. Y ya sería unirme a Guillermo Coydán, que es el único Blue Badge chileno. Y la idea también es poder motivar al resto de los árbitros nacionales o a los que quieran aspirar a ser internacionales a que se puede llegar a un lugar más alto si se es constante, estudioso, disciplinado y si uno se mantiene en la línea que corresponde.

Es posible llegar a nuevos niveles y ojalá incentivarlos a que ellos también busquen este camino y puedan seguir evolucionando como árbitros y podamos, porque no, en un futuro más cercano que lejano, no hablar de los únicos Blue Badge chilenos, sino que sea un poquito más común que haya Blue Badge en nuestro país. Sería ideal tener cinco o diez Blue Badge. Sería fantástico. Imagínate que, en Latinoamérica, en este momento, hay solo diez árbitros Blue Badge activos. Y que Chile tenga dos sería extraordinario.

Sobre lo que viene de ahora en adelante, mis motivaciones van en dos líneas. Una por el lado del arbitraje, tanto la figura del árbitro, que se encarga del partido en una mesa, y el juez es el que se encarga de un torneo, que hace los sorteos, que hace la programación. Son dos figuras distintas. Y en el arbitraje, hasta hace un año y medio, el Blue Badge era el escalón más alto que había. Ya con la pandemia se creó un nuevo nivel que se llama Golden Badge o Insignia Dorada. En este momento, en el mundo hay solo cuatro que han obtenido este grado y que es un camino en el que se piensa una vez que se alcanza el Blue Badge. Y, paso a paso, pensaré también en el Golden Badge. Y por el lado del juez, en este momento yo soy juez nacional ITTF y aspiro a ser juez internacional, porque en este momento Chile no tiene ningún juez internacional ITTF. Entonces sería también una buena vía que seguir por el lado del juez.

Como juez internacional ya podría formar parte de la mesa de control de los eventos sudamericanos, panamericanos y todos los juegos que se han estado haciendo en el último tiempo.

Francisco Hernández en su rol como árbitro de Tenis de Mesa

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